La metodología del Autocontrato, derivada del Análisis Transaccional y popularizada por la obra «Nacidos para Vencer» (1971) de Muriel James y Dorothy Jongeward, se presenta como una herramienta eficaz para el desarrollo personal y profesional. Muriel James, colaboradora cercana de Eric Berne, fundador del Análisis Transaccional, contribuyó a la aplicación práctica de esta teoría, al enfatizar la capacidad individual de asumir la responsabilidad por la propia trayectoria, revisando patrones de comportamiento y buscando una mayor autenticidad.
El Autocontrato de Aprendizaje ofrece una estructura para este proceso de transformación consciente. Al definir metas alineadas con el potencial individual y la búsqueda de desarrollo, el individuo se convierte en protagonista de su propio crecimiento. La formalización de estas metas, por escrito, aumenta considerablemente las posibilidades de alcanzarlas. Aunque este fenómeno puede ser analizado desde diversas perspectivas psicológicas, encuentra respaldo tanto en el Análisis Transaccional como en otros enfoques, como el psicoanálisis, que reconocen la importancia de la concienciación y del compromiso formal para el cambio de comportamiento.
Completar el formulario de Autocontrato de Aprendizaje no se considera una tarea que deba ser delegada o evaluada externamente. Se trata de un instrumento de reflexión personal, cuyo contenido es confidencial y sirve como guía individual para el desarrollo. Sin embargo, la verbalización de los objetivos y compromisos asumidos en el Autocontrato puede ser un recurso valioso para reforzar el compromiso y compartir metas con personas seleccionadas.
Recomendamos utilizar este instrumento con sinceridad y profundidad, teniendo como horizonte el autoconocimiento y la maximización del potencial de cada individuo.